Eran las ocho de la mañana cuando en varios medios de comunicación se informó el paro policial. La noticia era algo cómica y nada más. Hasta esa hora la cotidianidad de la ciudad no se alteró. Los medios de comunicación seguían reportando lo que sucedía en el Regimiento Quito y todo Quito era testigo de cómo recibía la policía al Presidente de los ecuatorianos. Su discurso fue apaciguador y amigable, se veía que quería solucionar el problema personalmente y entonces la labor de los infiltrados se evidenció cuando lanzaban frases fuertes en contra del Gobierno. Hasta que en todo el Ecuador retumbo la fuerza del enfrentamiento, “si quieren matar al presidente aquí esta, mátenme”. Y los celulares se activaban para convocar a miles de personas en la Plaza Grande en pos de defender la democracia. Así un grupo de promotores, gestores, artistas y amigos reunidos en la plaza grande iniciaron un día entero de aprotestas y acciones para evitar el golpe de estado. Esas vivencias las podrán conocer en un nuevo documental que se lo está elaborando con imágenes inéditas y realizado por Avi studio, Débora producciones, Altocontraste, La edad de la zebra, Rocker magazine y VIVA comunicación integral, colectivos miembros de la Red Cultural del Sur.
"La comunicación y la cultura constituyen hoy un campo primordial de batalla política" / Jesús Martín-Barbero
sábado, 2 de octubre de 2010
jueves, 23 de septiembre de 2010
LA RED CULTURAL DEL SUR PRESENTÓ PROPUESTA DE INTERVENCIÓN EN CHIRIYACU.
LA RED CULTURAL DEL SUR PRESENTÓ PROPUESTA DE INTERVENCIÓN EN CHIRIYACU.
Hoy jueves 23 de septiembre a las 10h35 la Red Cultural del Sur presentó su proyecto de intervención de los espacios de una parte de la segunda planta de Chiriyacu, proceso necesario para poder contar con espacios dígnos y acordes a las necesidades de los colectivos de la Red y de las organizaciones que trabajan en la Ciudad de Quito. Esta presentación se la hizo en la Asmablea General que los copropietarios del Centro Comercial de Chiriyacu mantuvieron en el Auditorio de la Coop IESS FUT. Después de la respectiva presentación de la propuesta de la Red se presentó el colectivo Espacios Claves con una muestra de lo que se podrá generar en esos espacios. El primer contacto con las y los asistentes fue emotivo y lleno de optimismo y aprobación del proceso. El siguiente paso es esperar cuál fue la resolución de la Asamblea en cuanto a las propuestas de la Red.
Hoy jueves 23 de septiembre a las 10h35 la Red Cultural del Sur presentó su proyecto de intervención de los espacios de una parte de la segunda planta de Chiriyacu, proceso necesario para poder contar con espacios dígnos y acordes a las necesidades de los colectivos de la Red y de las organizaciones que trabajan en la Ciudad de Quito. Esta presentación se la hizo en la Asmablea General que los copropietarios del Centro Comercial de Chiriyacu mantuvieron en el Auditorio de la Coop IESS FUT. Después de la respectiva presentación de la propuesta de la Red se presentó el colectivo Espacios Claves con una muestra de lo que se podrá generar en esos espacios. El primer contacto con las y los asistentes fue emotivo y lleno de optimismo y aprobación del proceso. El siguiente paso es esperar cuál fue la resolución de la Asamblea en cuanto a las propuestas de la Red.
sábado, 18 de septiembre de 2010
Telón de acero genial iniciativa
La escritura de la historia ha adoptado un nuevo medio para mantenerse en el tiempo. El desarrollo de las nuevas tecnologías ha creado nuevos medios de escribirla. Así desde hace tres años atrás La productora independiente Avi estudio en coordinación con el Movimiento rockero “Al Sur del Cielo” han generado un proyecto de suma importancia para modernizar los procesos de registro y documentación de los pormenores histórico del Rock ecuatoriano… la revista audiovisual “Telón de Acero”. Revista que es una genial iniciativa que ha dinamizado muchos de los proceso de gestión cultural del movimiento rockero. Pueden visitar su página en http://www.telondeacero.com/
jueves, 16 de septiembre de 2010
La historia de Turubamba
¿Para qué pensar en la recuperación de los datos o elementos que conforman la historia de Turubamba?
Por Carlos Vizuete
A Turubamba lo recuerdo como un montón de potreros cruzados por dos grandes quebradas y un par de ciénegas. Tomaba un buen tiempo recorrer este territorio. En ese entonces parte del área donde ahora se encuentra el barrio, se denominaba la hacienda Salazar, llamada así por su dueño Guerrero Mora. Hacienda de leches, de sembrío de papa, de trigales… un basto territorio en el cual el zorrillo, el halcón, la lechuza, la raposa, la preñadilla, el negrillo y el quinde convivían en gran cantidad. Acá, a este espacio semi natural, por al año 1982 llega las maquinarias de la “Daewo Company” y empieza la apertura de lo que hoy es la Av. Teniente Hugo Ortiz, que en esos tiempos solamente llegaba hasta la calle el Tablón en el sector del El Comercio. En esas fechas la única relación comercial que existía era con tiendas ubicados en Chillogallo. Si se quería acudir al centro histórico de Quito, era común escuchar decir a las personas… ¡a Quito me voy! Aparentemente, estos serían algunos de los difusos rasgos de nuestro barrio… la duda acude a la escena… ¿Al hablar de Turubamba desde dónde y desde cuándo se podría enfocar su historia?... Al parecer la historia de este populoso sector nos debería remitir a citar ciertos datos que lo caracterizaron antes de su fundación. Sin embargo debemos tener algo en claro, un lugar existe desde que se lo enuncia y se lo significa como un lugar de enunciación,[1] así Turubamba existe como barrio desde que el primer habitante llegó a vivir en Turubamba.
Sin embargo yo he nacido en este sector antes que se establezca como Turubamba. Es decir, en mi caso se dio un fenómeno parecido (con sus respectivas diferencias de colonización) a la repoblación que se repite una y otra vez en nuestra sociedad. El hecho de ser testigo de cómo se fue transformando el lugar donde habité por más de 9 años para transformarse en una muestra de la modernidad, con vías de acceso pavimentadas, luz eléctrica de poste y no de planta eléctrica, rutas de transporte mas cercanas, etc. permitió que mi asimilación por adaptarme a la vida de la ciudad no sea difícil. Entonces me fue más fácil identificarme con el nuevo lugar en el mismo territorio.
Turubamba es fundada el 17 de febrero de 1986, en el Gobierno de León Febres Cordero, Sin embargo sus primeros habitantes llegan a vivir en este sector en 1988. Es resultado de los planes de urbanización que el Municipio de Quito planteó en los albores de 1978. Fue planificado por la Junta Nacional de la Vivienda y financiado por el Banco Ecuatoriano de la Vivienda, instituciones que fueron establecidas en el Gobierno del Triunvirato. Su nombre es la conjunción de dos vocablos Kechuas; Turu – lodo y pamba – valle, este nombre es sacado de la denominación que desde tiempos de la colonia se dio a toda la planicie del Sur de Quito.
Don Lenin Pozo, hijo de la primera Habitante de la Smz. “F” Dña. Polita de Pozo, sentado en uno de los sillones que compro en compañía de su madre, recuerda que cuando su madre supo que existía un plan de vivienda “ella se inscribió porque cuando preguntó: ¿dónde quedaba este nuevo plan de vivienda? le dijeron que era a unos diez minutos de la Villaflora” recuerda que ellos vivían en una casa arrendada de la Vicentina, para ellos lo más sur que habían estado era la Villaflora. “cuando llegamos nos pareció lejísimos, era mas lejos que Solanda[2], no había luz, el agua recién estaban instalando y todo era empedrado era bastante difícil, al principio era feo”. Este sentimiento lo relaciona Beatriz Gonzáles cuando dice que “La civilización es un acto de intramuros, de espacios cerrados que la escritura ha cuidado en delimitar. La monumentalidad de las obras y edificios públicos, de los teatros e hipódromos, plazas y balnearios, escuelas y academias, mansiones y mataderos, acueductos y cementerios parcela la vida en todas sus dimensiones. La vida que transcurre extramuros, fuera de la polis, es el espacio de la barbarie”[3] Para la familia de Don Lenin, sin ser el único, venir a vivir acá era un sinónimo de dejar la civilización y acercarse a la naturaleza, por lo tanto en el inconciente era un signo de entrar en los terrenos del inferior. Previch denominaría esto como la relación Centro Periferia que para Aníbal Quijano es el “patrón de control de trabajo, de sus recursos y de sus productos que formaba parte del nuevo patrón mundial de poder constituido a partir de América” [4] Mientras seguimos con la conversación con Don Lenin, el Sol de la mañana entra por el gran ventanal del tercer piso que permite ver algunos techos de Turubamba.
Este conflicto afirmado por don Lenin evidencia toda la ideología de dominación con la cual se establecieron las relaciones comunitarias al interior del Barrio. Turubamba está configurado por familias que provienen de distintos lugares de la ciudad, de la provincia y del País. Solo en Turubamba alto, en inicio, existieron 1748 unidades habitacionales las cuales aumentaron cuando iniciaron las construcciones de los segundos, terceros y cuartos pisos. Desde inicio existieron dificultades para unificar a la comunidad en torno a criterios comunitarios a no ser por conseguir la luz, el agua, el teléfono o la línea de buses. Pablo Ospina en una de sus hipótesis, acerca de la nación, plantea que durante muchos años la clave para entender “la construcción de una conciencia nacional ha sido la búsqueda de factores de unidad en medio de una nación, desgarrada por una irreducible heterogeneidad social, étnica y regional”[5] es decir, una simple mezcla de razas, tomada como una generalización, podría establecer ciertos componentes que originen posibilidades de unirse y generar unidad. En Turubamba, la inquietud se trastoca pues: cómo un grupo de seres humanos que se inscribieron en un Programa de Vivienda por distintas razones y de distintas formas, que piensan distinto, que tienen distintos referentes culturales, pueden establecer una unidad a no ser por las necesidades que viven.
Miguel Ángel Torres Castro, lojano del cantón Celica y artesano sastre[6], entorna los ojos mientras cuenta que hace veinte años consiguió su casa a través del BEV[7], cuenta que “la libreta de ahorros era requisito luego había que esperar al sorteo para que nos otorguen que casa tocaba”. Gracias a don Miguel nos transportamos a los primeros días de Turubamba. Con el gusto añejo de las memorias, empieza a narrar cómo se consiguieron los servicios básicos, el transporte, la educación, el dispensario… para Brunner esta es una muestra de “Una cultura, descentrada, desterritorializada. Que no refleja ya el alma de un pueblo sino los deseos y anhelos y la sensibilidad y el trabajo de una nueva clase”[8] La nueva clase es y será, en este barrio, el sueño americano[9]… y en esos tiempos, conseguirse un mejor trabajo para salirse del Turubronx[10] e ir a otro mejor (en el Norte o de plano en el Valle).
“Ahora disfrutamos del agua, pero en aquellos tiempos era difícil conseguirla, porque el caudal era escaso y sólo había tres cisternas para abastecer la demanda de toda la gente; el BEV puso mangueras y después instaló medidores en las viviendas de cada un@ de l@s vecin@s”. Corria el Gobierno de León Fabrés Cordero y su plan de Techo y Empleo nunca fue cuestionado por quienes tuvieron la oportunidad de acceder a una vivienda. Sin embargo, estos planes mantenían muchas falencias en la dotación de servicios. De esta necesidad se establece la primera organización de vecinos y vecinas que se fue gestando con esfuerzo pues en mucho tiempo este barrio fue considerado como un barrio dormitorio, es decir, un barrio en el cual las personas solo llegaban a dormir y muy en la mañana regresaban a la ciudad para cumplir con su trabajo o su rutina diaria.
Cuando le preguntamos acerca de la energía eléctrica; cruza los brazos y vuelve a entornar…, su mirada se pierde en el horizonte: “eran como las cinco de la tarde de un cuatro de diciembre, regresaba a la ciudadela, cuando de repente… ¡la luz de la cancha, junto a la quebrada, se encendió, los radios se encendieron, todo se prendió y se armó la fiesta, sólo con los radios!”. Sin embargo, no todo fue alegría: el conflicto limítrofe con el Perú, en 1993, afectó la asignación de recursos para la obra pública y la gestión telefónica se convirtió en una -lucha pacífica- contra el sistema. “Como a las cuatro de la mañana llegué a EMETEL, para acelerar el trámite, algun@s compañer@s se habían quedado a dormir allí desde hace algunos días y no comían, llevé un termo con café para brindarles, cuando quise entrar a la oficina no me dejaron y gritaban: ¡a la cola, a la cola! Eran inquilinos e inquilinas, por eso creo que no me reconocieron…. todas las actividades que se realizaban para conseguir la dotación de servicios se las realizo a punte luchas”
Don Torres como todo el mundo lo llama, fue uno de los primeros presidentes del Comité Pro-mejoras de Turubamba Bajo. A decir de muchos de los entrevistados en su administración se consiguió numerosas obras que se tiene hasta hoy. “Es que en ese tiempo éramos más unidos, si había minga íbamos todos, si era una protesta íbamos todos, si era una fiesta, por lo general íbamos todos” nos dice mientras, ubicados en la terraza de su casa, conversamos y miramos como pasan los vecinos por la calle principal. Saluda con Doña Irma, una vecina que para don Torres ha trabajado mucho por el barrio, “Cuando empezó a poblarse el barrio era típico que las mujercitas se quedaban en las casas y eran quienes principalmente apoyaban a todo lo que hacíamos” Así se repite la violencia simbólica con la que se convive gran parte de la historia de nuestro barrio. Violencia simbólica concebida como la “dominación masculina con todas las condiciones para su pleno ejercicio. La preeminencia universalmente reconocida a los hombres se afirma en la objetividad de las estructuras sociales y de las actividades productivas y reproductivas, y se basa en una división sexual del trabajo de producción y de reproducción biológico y social que confiere al hombre la mejor parte, así como en los esquemas inmanentes a todos los hábitos”[11] Es decir, los hombres a la calle y las mujeres a la casa. Pero el sentido de casa, en los inicios de este barrio, tenía una significación paradójicamente distinta. Es decir, quien realmente edificó este barrio fueron las mujeres que lucharon en las calles por conseguir los servicios y construir sus casas. Ellas eran las que tenían más tiempo para ir a las reuniones y de alguna forma apoyar a las decisiones que los líderes tomaban.
Don Torres sentado en la piedra de lavar que está ubicada en la parte izquierda de su terraza, nos cuenta que años más tarde, en 1991 el cura párroco, de nacionalidad coreana, José Lee emprendió la construcción de un templo católico, una casa para religiosas, un salón de uso múltiple, aulas y una guardería. Esta labor fue ampliamente respaldada por la mayoría de vecinos pues “La evangelización católica impuesta por España configuró una cultura dominada por las figuras de la culpa y el castigo, del sufrimiento y la redención en la que dominaba una conciencia trágica de la fatalidad y de lo irremediable. A la par, empero, prevaleció un sentimiento de solidaridad y vivencias colectivas que propició los agrupamientos sociales”[12] Era la novedad que un “chinito” este dando misa. Pronto se termino la construcción y de alguna manera el barrio tendió a unirse en rededor de las cruzadas religiosas que el Padre Lee emprendía. Desde procesiones hasta fiestas del Santo del barrio san Andrés Kim. Esta unidad desaparece tiempo más tarde por la intervención de los Grupos evangélicos que aparecieron en los barrios aledaños pero que influyeron al barrio. Esto empeoró cuando el Padre Lee se fue a su Corea.
Al comparar la historia contada por Don Torres sobre este barrio y compararla con la historia de uno de los barrios de la periferia de Guayaquil, las realidades son distintas, los procesos de organización se originan con distintas lógicas. En Turubamba la organización nace por la propia iniciativa de los habitantes del barrio, en Bastión Popular de Guayaquil se impone una organización que obedece a los intereses de una sola persona auto-designada líder[13]. Sin embargo el clientelismo aparecerá más tarde para lograr desunir al barrio.
La tarde continúa su sinfonía, seguimos conversando y nos enteramos que la escuela “Plinio R. Robalino C.”, empezó con apenas un aula construida por la DINACE y el Municipio; su primer director fue el Lic. Franco Colón y entre las primeras profesoras estuvo la «señorita Marisol», como le decían sus alumn@s, los pupitres fueron donados por el Consejo Provincial. Una especie de costumbres tradicionalistas con cierto aire de modernidad siempre ha estado presente en este sector. Es decir, de alguna forma se intentaba conformar algo parecido a un pueblo-ciudadela que debía tenerlo todo, pues estaba muy lejos de la Ciudad. “El mundo que habitamos se halla siempre un paso, un kilómetro o un año sideral por delante del mundo que experimentamos”[14] ratifico lo escrito pues a pesar de contar con Escuelas y colegios en los barrios aledaños la no apropiación del sector ha hecho que la mayoría de los ahora jóvenes del barrio se hayan educado en escuelas del centro Norte de Quito. Son muy pocos los que se han educado en el sector, por supuesto existen algunos casos que no cumplen con lo dicho.
El arte, siempre un espacio para la libre expresión, también estuvo presente en los inicios de nuestra comunidad con el grupo de teatro “Los dinámicos de Turubamba”, a cargo de la Srta. Sonia Torres; sin parentesco, aclara entre risas; e integrado en su mayoría por niñ@s y jóvenes, hacía las delicias de l@s turubambeñ@s con comedias, sátiras políticas y obras de corte social. Sin embargo recalca Sonia Torres, hoy habitante de otro barrio del Sur de Quito, que las obras de teatro eran buenas en tanto no transgredían los órdenes establecidos por la gente mayor.
“El 21 de diciembre de 1996 se inauguró el Subcentro de Salud de Turubamba, gracias al IEOS (Instituto Ecuatoriano de Obras Sanitarias[15]) y al apoyo de la comunidad, el mismo día llegaron doce buses de la cooperativa de transportes “1ro. de Mayo” (hoy “Disutran. S. A.”)”, la fiesta era completa, poco a poco se iría consiguiendo adelantos que incluía al barrio en el contexto de la ciudad. Sin embargo Don Torres recuerda con cierta nostalgia a la Cooperativa Quito y las líneas de transporte que efectuaban los recorridos: Registro Civil-El Ejido destacando que su labor hizo que fuera más fácil ir al Banco de la Vivienda a pagar las cuotas. Para los 90´s la gente recibió con agrado a la cooperativa de taxis “Multifamiliares Turubamba”
Sin embargo, como la mayoría de los barrios del Sur, Turubamba no se libro de caer en las manos del clientelismo político que para la década de los 90´s hizo de las suyas. Según estadísticas del CIB (Centro de Integración Barrial), en el año de 1994, más de cincuenta y tres directivas funcionaban en nuestro -Valle de lodo-, siendo el lugar con el mayor número de organizaciones barriales del sur de Quito.
Estas Directivas siempre se conformaban para establecer proyectos y realizar mejoras en las diferentes manzanas del barrio. Una de éstas es el Comité Central de Turubamba Bajo. Que hace algún tiempo estuvo dirigido por el Sr. Patricio Villagómez. Don Patricio es Morador del sector desde hace más de 15 años. Para el Turubamba en sus inicios “era bastante desolado y casi la mayor parte de departamentos eran… como le puedo decir, no eran enlucidos, el piso era de cemento” Su vinculación con la directiva del Comité Central de Turubamba Bajo fue para “colaborar con la comunidad: en mi bloque fui elegido presidente, de ahí me siguieron conociendo las personas y luego fui elegido Director General de los Bloques de Turubamba Bajo”. Para Don Pato el principal problema que tiene las administraciones y directivas es que estas subsisten de las cuotas que los vecinos y vecinas entreguen, pero, “lamentablemente, la mayor parte de vecin@s coopropietari@s no se acercan a cancelar las cuotas. Dicen que no hay ningún beneficio para ell@s entonces les decía que tienen que ponerse al día para que existan obras… si cancelaran los haberes se verían resultados sino es imposible dar financiamiento para las obras de la comunidad. Sólo existe un bajo porcentaje de gente que esta al día.” En la actualidad vivimos la realidad del libre mercado, lo dicho por Don Pato es una de sus características. “Cuando el mercado se abandona a su propia legalidad no repara más que en la cosa, no en la persona, no conoce ninguna obligación de fraternidad ni de piedad, ninguna de las relaciones humanas portadas por las comunidades de carácter personal”[16] Actualmente existen múltiples problemas en nuestro barrio, que por cierto pueden ser entendidos como efectos de los múltiples procesos establecidos anteriormente.
Ante esta realidad y después de recoger ciertos datos que ayudan a establecer un marco de comprensión de lo que es y ha sido mi relación con mis orígenes y con mi posterior desarrollo en este barrio, entiendo la vitalidad de realizar este ejercicio pues sirve para poner en claro muchos de los pormenores por los cuales mi sentido de pertenencia a este sector se justifica y entender para qué pensar en la recuperación de los datos o elementos que conforman la historia de Turubamba.
[2] Solanda fue un plan anterior a Turubamba que no contó con ciertos cánones de calidad pues a los nuevos dueños que habían sido adjudicados con una casa se les entregaba esta solo la loza y tres paredes, sin estar terminada.
[3] Gonzáles Stephan, Beatriz. Estudios, revista de investigaciones literarias. LAS DISCIPLINAS ESCRITURARIAS DE LA PATRIA: CONSTITUCIONES GRAMÁTICAS Y MANUALES. 1995.
[4] Quijano, Aníbal. COLONIALIDAD DEL PODER, EUROCENTRISMO Y AMÉRICA LATINA. 1992
[5] Ospina, Pablo. IMAGINARIOS NACIONALISTAS: HISTORIAS Y SIGNIFICADOS NACIONALES EN EL ECUADOR SIGLOS XIX Y XX. Revista Ecuatoriana de Historia. 1996
[6] Entornar: cerrar los ojos a medias.
[7] BEV: Banco Ecuatoriano de la Vivienda
[8] Brunner José Joaquín. TRADICIONALISMO Y MODERNIDAD EN LA CULTURA LATINOAMERICANA. Publicado en el compendio POSTMODERNIDAD EN LA PERIFERIA,
[9] Sacado del estudio vecinal realizada por Cristian Altamirano, Presidente del Comité Promejoras de Turubamba Alto.
[10] Turubronx: Nombre con el cual denominan los jóvenes hiphopers al barrio.
[11] Bourdieu, Pierre. LA DOMINACIÓN MASCULINA. Editorial Anagrama, 1999. Pág 49
[12] Moreano, Alejandro. NEOLIBERALISMO CULTURA Y SOCIEDAD. Texto leído en taller.
[13] Larrea Cristina, LIDERAZGO AUTORITARIO Y VIOLENCIA URBANA: UN ESTUDIO DE CASO EN GUAYAQUIL. Ecuador Debate N.- 75. 1996.
[14] Barman, Zygmunt. VIDAS DESPERDICIADAS. Editorial Paidos. Texto leído en clase.
[15] Constituido en el Gobierno del Triunvirato
[16] Opcit 12
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